Oscars 1978: Laurence Olivier, Oscar Honorífico


Oh queridos amigos, ¿cómo suponéis que puedo hablar después de esto? Cary (Grant), mi querido viejo amigo durante tantos años, desde los primeros años que ambos trabajamos en este país, gracias por tus bellas citas y el tiempo que has empleado en aplicar tanta cálida generosidad en ello. 

Al presidente y la junta de gobernadores de la Academia, a los miembros del comité, a mis colegas, a mis nobles buenos maestros, a mis colegas, a mis amigos y a mis colegas estudiantes: en la gran riqueza, en el gran firmamento de la generosidad de vuestra nación, esta elección particular puede quizás ser considerada por las generaciones futuras como una pequeña excentricidad. Pero el mero hecho de serlo, el prodigioso, puro y humano cariño de esto debe ser visto como una bella estrella en el firmamento la cual brilla más allá de este momento, deslumbrándome un poco pero llenándome con candor y una extraordinaria euforia, la misma euforia que nos ocurre a muchos de nosotros en el primer aliento de un majestuoso brillo de un nuevo mañana. Desde lo alto de este momento, en el consuelo, con esta emoción que está cargando mi alma y mi corazón en este momento, os agradezco este gran regalo que me otorgáis como una parte de esto, de esta gloriosa ocasión. Gracias.

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