Oscars 2000: Ernest Lehman, Oscar Honorífico


Gracias mi gran y bella audiencia. Como para ti mi bella dama (a Julie Andrews), tus palabras fueron como el sonido de la música en mis oídos. 

A la Junta de Gobernadores de nuestra bendita Academia, no podéis imaginar lo feliz que esto me hace. Acepto este raro honor en nombre de todos aquellos escritores de todas partes, pero especialmente de aquellos del sindicato de escritores de América. Nosotros sufrimos el anonimato muy frecuentemente. Apelo a todos los críticos cinematográficos y a los distinguidos escritores a que por favor piensen que una película empieza y termina con un guión. Sin embargo, esta gloriosa noche está demostrando que las películas pertenecen a muchos: a los creadores del trabajo original, a los soberbios y talentosos actores, a los directores, a los productores y a los dotados colaboradores. No tiene que ser todo para ellos, y ciertamente yo no estaría aquí teniendo una de las noches más excitantes de mi larga vida. 

Dedico este Oscar a mi querida fallecida esposa Jacqueline a mis hijos Roger y Alan, a mi nuera Julie, y a mi dulce y querida esposa Laurie, quien me ha dado una vida llena de felicidad. Y ahora a seguir con el espectáculo.

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