No he preparado ningún discurso porque
quería sentir cómo es esto. Porque Maria tiene razón, es muy difícil
para mí abrirme a recibir lo que la gente quiere ofrecerme. Y por eso
esta noche vengo preparada para abrirme, y me gustaría agradecer a la
Academia por la oportunidad de recibir el amor y el Oscar.
Nunca imagine a mí misma recibiendo un Oscar, ciertamente no por hacer en lo que creo para lo que he sido llamada, por ser parte de mí. Es una parte de porque estoy aquí. Y tengo la seguridad de que la única razón de estar aquí es porque Quincy Jones estaba en un hotel en Chicago en 1985 tomando una ducha, y estaba por una litigio, de que alguien demandaba a Michael Jackson diciendo que eran la niña de la canción, o lo que fuese. Y él me vió en "A.M. Chicago" y dijo: “Creo que es Sofia” (su personaje en “El color púrpura”. Por eso agradezco a Quincy Jones, con quién estoy en deuda.
Pero Quincy Jones fue una parte de una manifestación divina para mí. Algunos de vosotros, cualquiera que haya visto “El show de Oprah” me ha escuchado contar la historia de cómo se fijaron el mí, primero leyendo la crítica del New York Times del domingo sobre “El color púrpura”. Leí la crítica porque era la primera cosa que siempre he leído en el New York Times. Y Stedman y yo ese día dije algo como “¿te gustaría ser crítica literaria? “, “tú lees la sección de portada y yo leeré la crítica primero. Y leí la crítica de la novela de “El color púrpura”. Esto fue en pajama, me puse el abrigo, en Baltimore, y fui a la tienda de libros y compré la novela. Y desde ese momento llegué a ser literalmente dibujante, desde cierto modo místico, de esa historia. Principalmente porque ese personaje.. la primera línea del libro dice “Querido Dios, tengo 14 años…” y viví una vida que no podía imaginar que nadie fuese capaz de poner en palabras lo que yo había ya experimentado.
Y así empecé este viaje que entiendo que me guía la mano de Dios, o un poder más grande que yo misma, “La Fuerza”, como Sidney Poitier lo llama, fue involucrándome toda mi vida más de lo que pude imaginar. Me di cuenta que aquella fuerza literalmente me lo decía dentro de mí, “hazlo bien”. Y como parte de ese viaje estoy aquí esta noche… Maria me ha conmovido… No se puede imaginar que si no eres negros, una chica de color de hoy en día, nacida en Mississippi en 1954, es imposible para ti incluso entender lo que significa este viaje. Sé que Larry Gordon, un judío de Mississippi (risas) casi puede entender lo que significa haber nacido en 1954 en Mississippi.
Cuando yo ví “Criadas y señores” y la primera vez que escuché que iba a ser una película llamada “Criadas y señoras”, y leí por primera vez la novela, pensé que era mi historia. Mi abuela fue doncella. Su madre fue doncella. La madre antes de ella fue esclava. Mi madre fue doncela. El sueño más grande de mi abuela para mí era que creciera en una familia y tuviera una carrera donde… ella solía decir: “Deseo que consigas buena gente blanca. Deseo que tengas buena gente blanca como yo tengo” Y la única fotografía que tengo de mi abuela es ella cogiendo a un niño blanco con su uniforme de doncella. Por ello, el viaje desde Kosciusko, Mississippi, donde nadie hubiera imaginado que tú podrías hacer nada más que ser doncella de buena gente blanca, que te diese ropas y te permitiese comer en casa y tener vacaciones. Es inimaginable estar aquí ante vosotros, votada por la Junta de gobernadores… Es inimaginable. Y por eso cuando yo digo gracias ese gracias viene desde el lugar más hondo que conozco, Sharon (Stone). Porque no es solo por mía, es por todo el mundo que lo ha hecho posible. En cada hombro donde me he apoyado, cada puente que he cruzado, cada historia que he cruzado, cada historia que he imaginado este día es posible.
br> Os agradezco este premio. Y ¿qué significa esto para mí? Cuando me levante esta mañana dice ¿Qué es un Oscar? ¿Que es un.. Oscar? Yo crecí queriendo ser una actriz y mi padre, siendo peluquero y viniendo de la cultura que venía, "Ninguna hija mía va a estar en un sofá de casting”. Esta era su idea de lo que significaba ser actriz. Y por eso cuando tuve la oportunidad de mostrarle que era parte de “El color púrpura” fue una intervención divina, solo por ser parte de esa historia. Yo sabía que era algo especial, mágico, una puerta se abrió ante mí. Y después otra puerta llamada “El show de Oprah Winfrey” y muchas otras puertas. Pero esa puerta abierta me llevó a través de la magia y esplendor de la película. La habilidad de contar historias es una manera de conectar con el corazón de la gente, y conectar con el lugar donde la gente vive de verdad, no donde viven pero sí donde sus almas permanecen, eso es hacer grandes películas. Y incluso hoy, la experiencia de “El color púrpura” es una de las más grandes de mi vida”.
Os agradezco este voto de amor y lo usaré para incrementar el espacio abierto de mi corazón para así continuar hacienda el gran trabajo que todos hacemos y servimos. Muchas gracias.
Pulsa aquí para ver los Oscars de Oprah Winfrey
Nunca imagine a mí misma recibiendo un Oscar, ciertamente no por hacer en lo que creo para lo que he sido llamada, por ser parte de mí. Es una parte de porque estoy aquí. Y tengo la seguridad de que la única razón de estar aquí es porque Quincy Jones estaba en un hotel en Chicago en 1985 tomando una ducha, y estaba por una litigio, de que alguien demandaba a Michael Jackson diciendo que eran la niña de la canción, o lo que fuese. Y él me vió en "A.M. Chicago" y dijo: “Creo que es Sofia” (su personaje en “El color púrpura”. Por eso agradezco a Quincy Jones, con quién estoy en deuda.
Pero Quincy Jones fue una parte de una manifestación divina para mí. Algunos de vosotros, cualquiera que haya visto “El show de Oprah” me ha escuchado contar la historia de cómo se fijaron el mí, primero leyendo la crítica del New York Times del domingo sobre “El color púrpura”. Leí la crítica porque era la primera cosa que siempre he leído en el New York Times. Y Stedman y yo ese día dije algo como “¿te gustaría ser crítica literaria? “, “tú lees la sección de portada y yo leeré la crítica primero. Y leí la crítica de la novela de “El color púrpura”. Esto fue en pajama, me puse el abrigo, en Baltimore, y fui a la tienda de libros y compré la novela. Y desde ese momento llegué a ser literalmente dibujante, desde cierto modo místico, de esa historia. Principalmente porque ese personaje.. la primera línea del libro dice “Querido Dios, tengo 14 años…” y viví una vida que no podía imaginar que nadie fuese capaz de poner en palabras lo que yo había ya experimentado.
Y así empecé este viaje que entiendo que me guía la mano de Dios, o un poder más grande que yo misma, “La Fuerza”, como Sidney Poitier lo llama, fue involucrándome toda mi vida más de lo que pude imaginar. Me di cuenta que aquella fuerza literalmente me lo decía dentro de mí, “hazlo bien”. Y como parte de ese viaje estoy aquí esta noche… Maria me ha conmovido… No se puede imaginar que si no eres negros, una chica de color de hoy en día, nacida en Mississippi en 1954, es imposible para ti incluso entender lo que significa este viaje. Sé que Larry Gordon, un judío de Mississippi (risas) casi puede entender lo que significa haber nacido en 1954 en Mississippi.
Cuando yo ví “Criadas y señores” y la primera vez que escuché que iba a ser una película llamada “Criadas y señoras”, y leí por primera vez la novela, pensé que era mi historia. Mi abuela fue doncella. Su madre fue doncella. La madre antes de ella fue esclava. Mi madre fue doncela. El sueño más grande de mi abuela para mí era que creciera en una familia y tuviera una carrera donde… ella solía decir: “Deseo que consigas buena gente blanca. Deseo que tengas buena gente blanca como yo tengo” Y la única fotografía que tengo de mi abuela es ella cogiendo a un niño blanco con su uniforme de doncella. Por ello, el viaje desde Kosciusko, Mississippi, donde nadie hubiera imaginado que tú podrías hacer nada más que ser doncella de buena gente blanca, que te diese ropas y te permitiese comer en casa y tener vacaciones. Es inimaginable estar aquí ante vosotros, votada por la Junta de gobernadores… Es inimaginable. Y por eso cuando yo digo gracias ese gracias viene desde el lugar más hondo que conozco, Sharon (Stone). Porque no es solo por mía, es por todo el mundo que lo ha hecho posible. En cada hombro donde me he apoyado, cada puente que he cruzado, cada historia que he cruzado, cada historia que he imaginado este día es posible.
br> Os agradezco este premio. Y ¿qué significa esto para mí? Cuando me levante esta mañana dice ¿Qué es un Oscar? ¿Que es un.. Oscar? Yo crecí queriendo ser una actriz y mi padre, siendo peluquero y viniendo de la cultura que venía, "Ninguna hija mía va a estar en un sofá de casting”. Esta era su idea de lo que significaba ser actriz. Y por eso cuando tuve la oportunidad de mostrarle que era parte de “El color púrpura” fue una intervención divina, solo por ser parte de esa historia. Yo sabía que era algo especial, mágico, una puerta se abrió ante mí. Y después otra puerta llamada “El show de Oprah Winfrey” y muchas otras puertas. Pero esa puerta abierta me llevó a través de la magia y esplendor de la película. La habilidad de contar historias es una manera de conectar con el corazón de la gente, y conectar con el lugar donde la gente vive de verdad, no donde viven pero sí donde sus almas permanecen, eso es hacer grandes películas. Y incluso hoy, la experiencia de “El color púrpura” es una de las más grandes de mi vida”.
Os agradezco este voto de amor y lo usaré para incrementar el espacio abierto de mi corazón para así continuar hacienda el gran trabajo que todos hacemos y servimos. Muchas gracias.
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